Por ejemplo, acuérdate cuando estabas en el colegio, siempre había un grupo de alumnos que llevaban todas las materias al día y conseguían las mejores calificaciones. Y luego estaba el otro grupo de alumnos que estudiaban para los exámenes 2 días antes y sus notas eran bastante mejorables. Al final, los alumnos que estudiaban todos los días, conseguían ser más productivos con menos horas de dedicación.
Esto mismo ocurre en el día a día de nuestras empresas, los trabajadores consiguen mayores niveles de concentración y dedicación, cuando menores son las horas que tienen que emplear a una tarea diaria, siempre que esas horas sean eficientes. Esto ocurre también cuando pueden contar con suficientes tiempos de descanso durante su jornada laboral.
Esta teoría no solo sirve para ser más eficiente en el entorno laboral, sino que también beneficia a los trabajadores en el ámbito personal, buscar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, es la clave del éxito para cada empleado y para las empresas.
En definitiva, si tus trabajadores son felices, serán más eficientes y mayores serán sus niveles de rendimiento, lo que beneficia directamente a los ingresos de la compañía.
¿Estás de acuerdo con esta teoría?